En 1932 la Diputación y el Ayuntamiento de San Sebastián -que formaban parte de la Junta de Beneficencia- acordaron edificar en la capital donostiarra un nuevo Hospital que diera servicio además de a la capital a toda la provincia. El proyecto -con un presupuesto de 12 millones de pesetas y con el asesoramiento del doctor Manuel Usandizaga- preveía la construcción de un centro hospitalario de unas 600 camas -inspirado fundamentalmente en el Hospital Herriot de Lyon-. Para su ubicación se eligió la colina de Zorroaga, al sur del barrio de Amara. En esta misma zona actualmente se halla el Hospital Donostia (conformado tras la fusión de los tres hospitales existentes en la zona). No muy lejos de aquí se encuentran también centros como el
Oncológico o la Policlínica Gipuzkoa.
Habían comenzado ya las obras cuando estalló la Guerra Civil que paralizó la construcción del Hospital. Durante años estuvo en pie, sin tocar, un gran esqueleto de hormigón. En la misma zona, en 1944, la Diputación de Gipuzkoa construyó el Sanatorio Psiquiátrico. Mientras tanto, la mole de hormigón seguía intacta hasta que, en los años 50, diferentes instituciones retomaron la idea de construir distintos centros hospitalarios en la zona. Al contrario del proyecto inicialmente barajado en los años 30, en esta ocasión se trataba de construir distintos centros sanitarios. Así, el pabellón previsto para tuberculosos se cedió al Patronato Nacional de Lucha Antituberculosa dando lugar al Hospital de Enfermedades del Tórax.
En 1957, por su parte, se acordó utilizar como Hospital Provincial con 165 camas el pabellón inicialmente previsto para Escuela de Enfermeras. En esa misma época, mediados de los 50, el Instituto Nacional de Previsión se planteó construir un nuevo centro sanitario en la capital guipuzcoana. Surge así la Residencia Sanitaria del Seguro Obligatorio de Enfermedad Nuestra Señora de Aránzazu que se construyó sobre la estructura central del primitivo Hospital Provincial. El centro fue inaugurado en agosto de 1960 por el entonces Jefe del Estado. En la década de los 60, con la construcción de estos tres hospitales, el Alto de Zorroaga se convirtió en el centro de la actividad hospitalaria de Gipuzkoa.