Su primer trabajo lo desarrolló como interno por oposición en el Hospital San Carlos de Madrid, tras lo cual se trasladó a Santander donde, entre 1940 y 1946, fue interno en el Hospital Valdecilla. En esta época hizo la especialidad de Medicina Interna con una tesis doctoral sobre hipertensión. A su regreso a San Sebastián fue nombrado Jefe del Servicio de Medicina Interna y director del Hospital Provincial (posterior Hospital de Gipuzkoa), donde permaneció hasta 1968. Participó, junto a otros médicos guipuzcoanos, en la puesta en marcha de Policlínica Gipuzkoa.